Actualmente, la OMS cataloga la obesidad infantil como “uno de los problemas de salud pública más importantes del siglo XXI”. Y es que el estudio ALADINO (uno de los estudios más importantes realizados en España sobre alimentación y obesidad infantil), calcula que el sobrepeso afecta el 24,6% de la población infantil, mientras que la obesidad lo hace en un 18,4%, según resultados del 2015.
Con estos datos sobre la mesa, nos toca preguntarnos quién son los responsables de la alimentación infantil. Hay por todas bandas: los educadores, los entrenadores, los nutricionistas y profesionales de la salud… Pero principalmente se puede decir que sobre quienes recae todo el peso son la publicidad y los pares/madres. Es cierto que con la publicidad poco se puede hacer dado que no existe una regulación legislativa y las campañas de alimentación saludable escasean o tienen poco impacto. Por lo tanto, los principales responsables de la alimentación infantil son los padres, y es que además de todo aquello que se les puede explicar, ellos son la primera referencia de los niños y de ellos absorberán gran parte de los hábitos alimentarios.
“La OMS cataloga la obesidad infantil como “uno de los problemas de salud pública más importantes del siglo XXI”
Respecto a esta última observación, en el mismo estudio mencionado anteriormente, también se evalúa la situación del peso de los padres, y se concluye que “un 23% de las madres sufren sobrepeso mientras que un 65% se encuentra en un peso normal”. En el caso de los padres la situación se acentúa y “el 47,5% se encuentra en sobrepeso y el 39% en un peso normal”.
Así pues, ¿como podemos combatir estos números desde casa? A continuación os proponemos algunas ideas:
Procurar que haga todas las ingestas diarias que necesite (de 4 a 6).
Cada niño tiene su propio horario, algunos hacen deporte extra-escolar, otros entran más pronto a la escuela por horarios de trabajo de los padres, o muchos otros comen en el comedor escolar. Por lo tanto, igual que con un adulto, tenemos que escuchar sus necesidades y dar las mejores opciones. Ver artículo “Deporte escolar: La necesidad del deporte en la edad infantil”.
El tipo de alimentos serán los mismos que los de un adulto.
Como en la alimentación de una persona adulta, la base de la nutrición infantil también son las frutas, verduras, legumbres, cereales NO azucarados, yogur, carne, huevo, pescado… con esto queremos decir que se tendría que evitar abusar de aquellos alimentos catalogados como especiales para niños (yogures, leches, cereales, zumos y bebidas azucaradas, snacks…), dado que normalmente aportan más cantidad de azúcares añadidos y disminuyen la calidad de su alimentación. A esto también le tenemos que añadir los alimentos “superfluos” tipo galletas, gominolas, bollería..
“La base de la nutrición infantil también son las frutas, verduras, legumbres, cereales NO azucarados, yogur, carne, huevo, pescado…”
Cantidades adecuadas a la edad y el hambre.
Estamos acostumbrados a dar al niño toda la cantidad de comida que se pueda, contra más coma mejor porque así crecerá más, y esto, no es del todo cierto. Cómo decíamos antes, tenemos que escuchar al niño/a y no forzarle en exceso a que coma. También es buena idea dar opciones saludables cuando tienen hambre y no caer en los snacks rápidos y fáciles.
Mantener las 2 raciones diarias de verduras.
A pesar de ser complicado que el niño coma verduras y hortalizas, tenemos que procurar introducirlas siempre en las comidas principales. Se puede iniciar de una manera progresiva, empezando por aquella que se coma más a gusto, o en la forma que más le guste (crema, puré, trocitos pequeños en la sopa…).
Las proteínas y los hidratos de carbono tienen que estar presentes en todas las comidas.
Los hidratos de carbono ya acostumbran a aparecer en todas las comidas (pan, fruta, pasta, arroz…), pero la dosis de proteína ya es más ocasional, sobre todo en las comidas entre horas. Es por eso que sería recomendable potenciar el consumo de alimentos proteicos como frutos secos, yogures, queso fresco, atún, huevo… en almuerzos y meriendas.
Para acabar, ¡recordaros que generalmente los hijos e hijas son un reflejo de sus padres, por lo tanto ya sabéis por donde empieza la buena alimentación de los pequeños de la casa, por vosotros mismos!
Marina González
Dietista-Nutricionista Centres CET10